CÓMO REDUCIR LA HUELLA DE CARBONO EN UNA EMPRESA
La preocupación por el medio ambiente es cada vez mayor. En ese sentido, muchas marcas están haciendo esfuerzos por reducir el impacto ecológico de sus actividades y de paso conseguir la etiqueta de “empresa verde”, con un valor creciente entre los consumidores.
Hay muchas formas en las que tu negocio puede aportar su granito de arena a la conservación del planeta, minimizando la llamada huella de carbono. En este post te explicamos cómo puedes reducir la huella de carbono de tu empresa de forma fácil y efectiva.
ACCIONES PARA REDUCIR LA HUELLA DE CARBONO DE TU EMPRESA
USAR ENERGÍA RENOVABLE
El uso de combustibles fósiles para conseguir energía es una de las más importantes fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero. Invertir en energía renovable, como la solar y la eólica, es una respuesta fácil para reducir significativamente la huella de carbono de tu negocio. Además, el uso de energías renovables supone un ahorro a medio y largo plazo, y es de esperar que siga abaratándose en el futuro.
CONFIAR EN EL PACKAGING ECOLÓGICO
El packaging es una necesidad para todas las empresas que venden cualquier tipo de producto físico. Los embalajes desechados son una importante fuente de residuos, pero en la actualidad hay varias opciones de packaging ecológico disponibles para las empresas. En LFG Cartonaje somos especialistas en este tipo de packaging para las que usamos papel y cartón reciclados. Infórmate en nuestra web o llámanos al 916 094 986.
CONTROLAR EL CONSUMO DE LUZ
La iluminación de las instalaciones (fábrica, oficinas, tiendas…) es otro punto clave donde las empresas pueden reducir tanto su huella de carbono como la factura de la electricidad. Apuesta por la iluminación de bajo consumo, como las bombillas LED y las lámparas regulables. Recuerda apagar las luces cuando no haya nadie o instala sensores automáticos para evitar problemas.
Por supuesto, aprovecha la luz natural en la medida de lo posible para ahorrar energía. Esto tiene además otros efectos positivos, ya que la exposición excesiva a la iluminación artificial puede aumentar los niveles de estrés en el trabajo.
MODERAR EL USO DE LA CLIMATIZACIÓN
La temperatura del lugar de trabajo suele ser motivo de controversia en la empresa. Como norma general la temperatura ideal para la calefacción en espacios cerrados se sitúa entre 19 y 21 ºC. Hay que tener en cuenta que cada grado de más supone aproximadamente un 7 o un 8% de consumo extra. Además, los expertos recomiendan invertir en aislamiento para conservar una temperatura agradable sin tener que depender tanto de los sistemas de calefacción.
AHORRAR AGUA
Estamos tan acostumbrados a tener agua con solo abrir el grifo que no nos damos cuenta de que el agua potable es un bien más bien escaso en el planeta. Por si fuera poco, se consume una cantidad significativa de energía para calentar el agua y procesar las aguas residuales.
Los métodos fáciles para reducir el uso del agua incluyen la instalación de aireadores de agua en los grifos, la reducción de la temperatura del calentador de agua y la reparación activa de fugas y goteras. Si tu empresa requiere grandes cantidades de agua caliente, considera la posibilidad de instalar un sistema de recuperación de calor para reciclar la energía de las aguas residuales.
REDUCIR LOS VIAJES
¿Sabías que el transporte por tierra o aire representa más de un cuarto del total de las emisiones de gases de efecto invernadero anualmente? Las reuniones con clientes o proveedores son desde luego imprescindibles; sin embargo, las nuevas tecnologías permiten que muchas de estas reuniones se hagan por videoconferencia, reduciendo al mínimo los viajes innecesarios.
Otras prácticas recomendables son la implementación del teletrabajo si es posible, fomentar el uso del transporte público o de la bicicleta para ir al trabajo y elegir modelos de bajo consumo de energía cuando debas elegir vehículo de empresa.
COLABORAR CON OTRAS EMPRESAS VERDES
A la hora de buscar socios o proveedores, apuesta por empresas que tengan la etiqueta de sostenibles. De esta forma estás contribuyendo de forma directa a reducir la huella de carbono y también de forma indirecta al animar a otras empresas a que apuesten por la sostenibilidad.
RECORDAR LAS TRES «R».
Por si no lo habías escuchado antes, las tres R se refieren a los verbos «reducir, reutilizar y reciclar». Las tres R deben aplicarse a cada faceta de su negocio – desde el embalaje, a los suministros de oficina, a las operaciones, y las cadenas de suministro.
Ahora ya lo sabes, reducir la huella de carbono en tu empresa es posible con algunos pequeños cambios. Se trata de cambios que no solo tienen un impacto positivo en el medio ambiente, sino que en muchos casos suponen un ahorro para la empresa (económico o incluso en tiempo) ¿A qué esperas para llevarlos a cabo? Todo el mundo lo agradecerá.